sábado, noviembre 09, 2013

Fraccionamientos privados desintegran la ciudad


Fraccionamientos privados desintegran la ciudad

La ciudad no tiene quien la piense en su totalidad, a pesar de que casi todo el pensamiento moderno se hace desde la ciudad.

La realidad socio-espacial de la ciudad moderna, conformada por el capitalismo, la tecnología industrial y la urbanización, ha fracasado en lograr ciudades felices, humanas y sustentables, desde la instauración y propagación de la ciudad moderna por el mundo y como resultado del divorcio de la política y la ética además de la escisión del socialismo y el urbanismo.

No debemos confiar los ciudadanos al mercado amañado en beneficio del 1% de la población más rica, o al Estado débil servidor del mercado, la gestión de la ciudad buena y la vida buena del 99% restante de ciudadanos.

Sólo los ciudadanos organizados radical, democrática y políticamente podremos hacer una ciudad sustentable, feliz y convivencial, una ciudad que cumpla su propósito original de humanizar.

Gracias a las políticas públicas de las distintas instancias gubernamentales en Querétaro que privilegian al Dios-mercado, están provocando que la ciudad se separe, fragmente, se desintegre. A decir de Zygmunt Bauman: “En las grandes ciudades, el espacio se divide en “comunidades cerradas” (guetos voluntarios) y “barrios miserables” (guetos involuntarios). El resto de la población lleva una incómoda existencia entre esos dos extremos, soñando con acceder a los guetos voluntarios y temiendo caer en los involuntarios”.

El barrio es la célula tradicional conformadora de una ciudad sana, una ciudad verdaderamente humana es una federación de comunidades-barrio. Grupos de vecindad-barrios anclados en grandes comunidades espaciales-ciudades. Para que una ciudad cumpla con su propósito de ser formadora de seres humanos completos, es necesario que los seres humanos participen de varios y numerosos barrios distintos, para aprender las complejas relaciones humanas de distintas comunidades con diferentes contenidos y objetivos: cuestionándose, friccionándose, apoyándose y complementándose. Pluralidad indispensable para el desarrollo humano, individual y social.

La agregación de 43 familias diarias a la urbe queretana que no se logran constituir de inmediato comunidades-barrios sanos, se toman como indicador para que el mercado inmobiliario justifique construir más fraccionamientos, que son lotificaciones yuxtapuestas que no se integran con la ciudad sino mucho tiempo después de ser habitadas en el caso de los fraccionamientos abiertos, y nunca en el caso de los fraccionamientos privados ricos o pobres. Problema que sólo puede resolver el Estado presionado por los ciudadanos para imponerse a los intereses del mercado.

Un barrio sano e integrado a la ciudad, posee vínculos históricos de proximidad vecinal, vivienda digna y funcional, solidaridad y buena vecindad, vías y plazas con vida propia, costumbres, ceremonias y manifestaciones culturales-artísticas, parques y mercados públicos, es abierto a otros barrios, se le puede transitar. Pero al interior se le recorre a pie, la mejor escala de proximidad humana. Tienen verdaderos monumentos-espacios públicos que los identifican, como un parque, una escuela o un mercado que crean el barrio y le dan fisonomía, pues el barrio se forma alrededor de ellos, es órgano de estructura y distribución. No sólo es una comunidad física el barrio, su ser es una comunidad espiritual de hombres que quieren vivir bien.

Un fraccionamiento, colonia, unidad habitacional aislada o cerrada es un gueto moderno, los más ricos y exclusivos son intencionales, pues con la intención de aislarse del resto de la ciudad se construyen y habitan. Sus viviendas son prefabricadas y prediseñadas para aumentar la ganancia de las inmobiliarias, no hay vínculos vecinales históricos, es una ciudad artificial. Se busca la exclusividad y la seguridad a cambio de perder intimidad y libertad de movimiento.

El gueto voluntario exclusivo se caracteriza por la utilización del coche privado para casi todo traslado, limitación del espacio público a un espacio mínimo necesario para la circulación y a equipamiento comunitario ya sea un centro social o clubes deportivos. Se encuentran rodeados o cercados por muros, puertas y rejas que son barreras físicas y el acceso es restringido, impidiendo la entrada de los “no-queridos”, lo cual hace la segregación social urbana más evidente y visible.

Generalmente un gueto lujoso está ubicado muy próximo o pegado a guetos pobres e incluso miserables por lo que las diferencias sociales y la inequidad social se hacen contrastantes. Son guetos porque no están integrados al resto de la ciudad, están aislados. Y por lo general, aunque la gente rica se aísla para no convivir con los pobres, termina dependiendo de ellos pues para su vida necesitan en gran medida de la mano de obra barata. Inmensos guetos empobrecidos por el sistema capitalista conviviendo con islas-guetos de ricos que llenos de miedo se encierran en fraccionamientos fortificados.

Cuando los guetos son ricos, sus habitantes buscan homogeneidad social y un estilo de vida determinado por lo que el gueto es formado y elegido intencionalmente. En el gueto pobre no se puede elegir, el sistema arroja a la gente allí. Ambos son pobres, unos en el lujo deciden empobrecer su vida despojándola de pluralismo social por miedo y elitismo, y los otros en la miseria no tienen elección. Los guetos más pobres son el resultado de la degradación y pauperización de la vida, estos a veces pueden no tener muros físicos pero pueden estar al lado de una zona industrial, una gran avenida como Bernardo Quintana o de un basurero, elementos que cumplen la función de aislante.

No debemos confundir pues, gueto con barrio. El barrio es la comunidad convivencial básica de la ciudad, integra a la ciudad y es heterogéneo. Puede ser económicamente más rico o más pobre, es diverso económicamente, pero nunca será exclusivo de nadie, no está aislado y posee una identidad histórica fraguada con el devenir de todos sus habitantes.

Cuando un barrio enferma se encierra totalmente, se vuelve gueto y la ciudad enferma y entra en declive. En 1348 se inicia el declive de El Cairo, los barrios tradicionales sanos se volvieron guetos al ganar oclusión con puertas severamente controladas por perros que no permiten la entrada, según Marcel Clerget. En los siglos XII Y XIII la ciudad de Roma se desintegra al erigir miles de iglesias y conventos feudales a manera de fortalezas para convertirse en guetos y luchar entre ellos. Los nobles se repartieron monumentos antiguos, los guetos se subdividieron porque el espíritu de comunidad dejó de sentirse. El urbanismo por el contrario, se trata de unificar los barrios bajo el espíritu de la ciudad y de las sociedades abiertas.

En Querétaro el 11 de junio del 2013, hubo una agresión de elementos de seguridad privada contratados por la inmobiliaria El Campanario (un gueto voluntario de clase alta), para desalojar a los habitantes de dos predios irregulares de la comunidad La Laborcilla (un gueto involuntario pobre), en el municipio de El Marqués. Los guardias dispararon contra los lugareños; un lugareño fue asesinado y dos resultaron heridos, según la Procuraduría General de Justicia Estatal (PGJ). Conflicto de 5 años, por la tenencia de unas 200 hectáreas entre lugareños de los predios Los Servín y Toachi con la inmobiliaria de El Campanario.


A mayor número de fraccionamientos privados en la ciudad de Querétaro mayor es su declive como ciudad humana. La seguridad debe garantizarla el Estado, no un fraccionamiento-gueto. El gobierno del estado presionado por los ciudadanos organizados, puede frenar la desintegración de la ciudad, si es que de verdad trabajan para todos. Ω

Fuente:
Mikhail Robles | Editor.-

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