MARTES, 04 DE AGOSTO DE 2015 20:41
Acueducto II se alimenta con aguas negras
Por: Abelardo Rodríguez/ Unidad de Investigación
Periodística
El Acueducto II fue inaugurado el 17 de febrero de 2011 por
el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa y el gobernador saliente de
Querétaro José Calzada Rovirosa. Anualmente, traslada 50 millones de litros
cúbicos de agua desde el cañón del Infiernillo, en los límites de Querétaro e
Hidalgo, hasta la ciudad de Querétaro, en donde se distribuye el agua a través
de una amplía red llamada el acuaférico.
Según el discurso oficial, el agua del Acueducto II tiene su
origen en dos manantiales del Cañón del Infiernillo: el Arbolito I y el
Arbolito II. Sin embargo, de acuerdo con el Doctor Luis Enrique Granados Muñoz,
investigador en temas de agua y docente de la UAQ, dichos manantiales no
existen.
El origen del agua consumida en Querétaro, quedaría
entonces, según Granados Muñoz, dentro de la enorme presa de Zimapán, que se
encuentra a escasos metros de donde comienza el acuaférico.
Sin embargo, esta presa tiene dos problemas: El primero es
que fue construida para recibir las aguas negras de la Ciudad de México. Y el
segundo problema es que la región donde está asentada es una zona minera desde
el siglo XIX y actualmente se encuentra ahí cerca una mina de plata importante
y en funcionamiento: “La negra”, que opera una empresa canadiense.
Estas aguas han sido analizadas por las universidades de
Valladolid y Sevilla de España, así como de la Universidad Autónoma de
Querétaro, y han detectado la presencia de metales pesados como el arsénico,
cadmio y plomo. Contaminación que ninguna planta potabilizadora es capaz de
limpiar.
Por su parte, Raúl Pineda López, docente e investigador de
la UAQ, nos alertó que si bien es cierto que el agua proveniente del Acueducto
II es apta para beber de acuerdo a la Norma vigente, el problema es que “Puede
ser adecuada de acuerdo a una norma pero no en base a un análisis a
profundidad, en que nos permita saber, por ejemplo, si hay un tipo de nuevos
contaminantes, que no están en la norma, que ya están reconocidos en otros
muchos países como contaminantes muy peligrosos”.
Entre estos “materiales peligrosos” Pineda agrupó a los
interruptores endocrinos, contaminantes que pueden provocar infertilidad y
malformaciones a pequeña escala en los testículos o el escroto.
La fundación europea “Vivo Sano”, asegura que la
investigación científica ha relacionado los disruptores endocrinos con un
amplio abanico de enfermedades en la salud reproductiva femenina, como pubertad
precoz, cáncer de mama y disminución de la fecundidad/fertilidad, entre otras
afectaciones.
En este sentido, Granados Muñoz señaló que el proceso de
potabilización del Acueducto II “sólo sería un maquillaje para el agua que
llega a la ciudad”.
Negocio de
transnacionales
Por otro lado, llama la atención el costo que tuvo el
Acueducto II, que inicialmente era de 2 mil 850 millones de pesos, pero que al
final tuvo un costo real cercano a los 5 mil millones de pesos.
A través de una figura jurídica llamada Asociación
público-privada, el Estado Mexicano, a través de recursos federales como el
Fondo Nacional de Infraestructura, aporta el 75% de la inversión total para
este tipo de proyectos y las corporaciones sólo el 25%.
Sin embargo, el 100% de las ganancias son para las empresas
nacionales y trasnacionales, que recuperan su inversión en 5 años.
Inicialmente el gobierno de Ignacio Loyola Vera le ofreció
el proyecto a Mario Vázquez Raña, recientemente finado y quien era dueño de
varios grandes negocios como la cadena nacional de periódicos Organización
Editorial Mexicana, la OEM, de la cual forman parte el Diario de Querétaro y El
Sol de San Juan del Río.
Posteriormente entraron al proyecto, en una Unión temporal
de empresas, liderada por el Fomento de construcción y contratas de España, el
grupo español Aqualia, la corporación mexicana Ingenieros Civiles Asociados,
ICA, de Bernardo Quintana Issac y la japonesa Mitsui.
A la cabeza del megaproyecto quedó Esther Koplowitz, quien
pertenece a la aristocracia española y quien logró la participación en el
proyecto de los dos principales multimillonarios del planeta: Bill Gates y
Carlos Slim.
De manera que, como nos dice Granados Muñoz, “en sentido
estricto cuando los queretanos pagamos el recibo del agua, le estamos pagando a
estas empresas y a estos multimillonarios”.
Fuente: Tribuna de Querétaro
ECOLOGISTAS DE JURIQUILLA, AC
"SALVEMOS PEÑA COLORADA"
@JURIQUILLA
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